/0/10474/coverbig.jpg?v=1cc5f05b4556cdbf0cb836b8c45ce669)
¡Ni el infierno tiene la furia de una mujer despechada! Lo primero que hizo Brenda tras divorciarse de Miguel fue seducir a su gran rival y convertirse en su prometida. Brenda no dudó en presumir de su nueva relación delante de su exmarido. Se empeñó en enfadarle por cómo la había tratado durante su matrimonio. Miguel no pudo evitar reírse de ella al ver esto. Pero entonces los secretos de Brenda se fueron desvelando uno a uno. ¿Es la pianista más famosa del mundo? ¿La famosa diseñadora Elan? ¿Y también la misteriosa inversora? ¿Cómo puede una persona ser tan excelente? ¡Increíble! Miguel se sorprendió al descubrir que no sabía nada de esto sobre ella. Brenda no era la sanguijuela que él siempre había creído. Era la mujer de sus sueños. ¿Podría recuperarla? Sin que Miguel lo supiera, le esperaba otra sorpresa...
Cuando Brenda Sanchez salió del Registro Civil con dos actas de divorcio en sus manos, estaba inusualmente tranquila.
Y así terminó más de tres años de matrimonio. ¿Estaba triste por eso?
Por supuesto que sí, pero la sensación de alivio era mucho mayor.
Sabía que Miguel Hamilton, su exmarido, no la amaba. Aun cuando la noche anterior bebió demasiado y le hizo el amor por primera vez, pronunció el nombre de otra mujer.
En un esfuerzo por contener su tristeza, Brenda se paró junto a la carretera y le hizo señas a un taxi para que se detuviera. Después de un rato, un Rolls-Royce negro paró frente a ella, y a través de la ventana entreabierta, vio los ojos fríos de un apuesto hombre sentado en el asiento del conductor.
Rico y encantador: se trataba de Miguel.
"Me informaron del hospital de que Veronica está grave, así que tienes que venir conmigo", dijo con indiferencia después de una mirada rápida.
Veronica Ballard. ¡Otra vez ese nombre!
Incluso luego de divorciarse, todavía le molestaba escucharlo.
"¿Qué pasa si me niego, señor Hamilton?", preguntó Brenda. Si bien su voz era suave, ya no estaba dispuesta a seguir órdenes como antes.
Miguel frunció el ceño cuando se dio cuenta de que esa mujer, que solía obedecer sin chistar, ahora lo desafiaba descaradamente el primer día de su divorcio.
Lentamente, levantó los ojos despiadados hacia ella y dijo: "¿Te has olvidado de la situación actual de tu familia? ¿O necesitas que te recuerde quién causó el accidente automovilístico que dejó a Veronica en el hospital?".
Al oír eso, a Brenda se le hundió el corazón. En realidad, no le importaba que su familia estuviera en quiebra, pero no se olvidaría del accidente que había ocurrido tres años atrás.
En aquel entonces, su hermano menor, Victor Sanchez, estaba en el auto con Veronica, quien resultó gravemente herida en el accidente, y como él se negó a dar explicaciones, fue acusado de agresión agravada y ahora estaba en prisión.
Todavía faltaba un mes para que lo dejaran en libertad.
"Si quieres que Victor pase más tiempo en prisión...". La voz de Miguel se apagó y sus ojos se oscurecieron como si estuviera insinuando que algo grave sucedería, así que a Brenda no le quedó otra opción que reconocer su derrota.
"Bien, iré contigo", respondió mientras apretaba los puños y respiraba hondo. Luego, abrió la puerta del asiento trasero y entró con una mirada inexpresiva.
Miguel condujo su coche al hospital a gran velocidad porque estaba muy preocupado por Veronica.
La situación enfurecía tanto a Brenda que se apretó las palmas de las manos con fuerza hasta hacerlas sangrar.
Cuando el auto se detuvo en la puerta del hospital, se bajó y cerró de un portazo. Al levantar la cabeza, se encontró con la mirada de Miguel y dijo: "Pero esta será la última vez".
Los ojos oscuros de Miguel eran tan fríos como el hielo, y mientras la veía alejarse, se sorprendió de que esa dócil gatita de repente mostrara sus garras y dientes.
Después de la donación de sangre, Brenda se aferró a su brazo con fuerza. Su rostro estaba pálido porque tenía anemia y le tenía miedo a la sangre, pero nunca se lo había contado a nadie.
Años atrás, sus padres, Luis y Penelope Sanchez, se arrodillaron ante ella y le rogaron que salvara a su hermano, afirmando que, como su tipo de sangre era Rh negativo, podía donársela a Veronica y salvar así a Victor. No tuvo más remedio que estar dispuesta.
De hecho, ella no tenía una buena relación con sus padres porque siempre se preocupaban más por su hermano que por ella. Sin embargo, Victor la trataba bien. Una vez, cuando intentaban acosarla en la escuela, él se puso delante de ella y la protegió como un adulto. "Brenda, corre. No les tengo miedo".
Para cuando ella consiguió ayuda y volvió al callejón, Victor ya estaba tendido en el suelo, cubierto de sangre.
Debido a eso, Penelope la golpeó fuertemente con un cinturón.
Por el bien de su hermano, Brenda accedió a donarle sangre a Veronica, pero tenía una condición adicional, y era casarse con Miguel. La razón era sencilla: ella lo amaba profundamente y siempre había mantenido esos sentimientos en lo más profundo de su corazón.
Mientras estaba sumergida en sus pensamientos, llegó a la sala 402. El nombre de la paciente, Veronica Ballard, estaba escrito en la puerta. Después de una pausa que sólo duró un segundo, giró el pomo de la puerta.
La mujer estaba en la cama tomando una infusión, pero su rostro no estaba pálido y no parecía en absoluto estar gravemente enferma.
"¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Miguel?", preguntó en un tono poco amistoso.
"Tu Miguel te quiere mucho. ¿Tienes miedo de que huya?". Acercándose a ella, Brenda sacó el certificado de divorcio de su bolso y se lo mostró para añadir: "Mira, ya nos divorciamos. Esta es la última vez que te dono mi sangre. De ahora en adelante, ya no es problema mío ni de Victor si sigues con vida".
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Yo solía ser una campesina que residía en una vieja cabaña en Bristol, antes de que aquel hombre me llevara consigo para convertirme en su esposa. No entendía por qué me había elegido, una simple campesina sin conocimientos de lectura o escritura, pero me sentía afortunada, aunque mi mayor error fue confiar en él debido a mi ignorancia, incluso llegué a enamorarme de Benjamín Worsley, lo cual resultó ser mi sentencia de muerte, literalmente. Lo más extraño de todo fue que después de la boda, ese cariño que él me demostraba desapareció. El verdadero Benjamín mostró su lado más frío, ni siquiera me tocó en nuestra primera noche juntos, ni en las siguientes. Poco después, comenzó mi verdadero tormento. Benjamín trajo a una mujer al castillo Worsley, y supe por las sirvientas, que me odiaban, que era su ex prometida. Para empeorar las cosas, ella afirmaba estar embarazada de él, y Benjamín no lo negó. Viví bajo el mismo techo que su amante, pero a diferencia de ella, yo no tenía libertad. El castillo era como una prisión, y casarme con ese monstruo resultó ser un infierno. Cosas extrañas empezaron a suceder; mi esposo y su familia eran personas extrañas, y nunca debí haber descubierto el secreto que guardaba esa familia, ni por qué se casó conmigo en primer lugar. El propósito era espeluznante, al igual que él. Sobre todo: NUNCA DEBÍ CASARME CON EL MONSTRUO.
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Zack miraba a Danna caminar por el jardín. Se veía realmente hermosa, pero ella no era una chica común. Su esposo se había divorciado de ella y había intentado asesinarla para evitar pagarle una suma millonaria en el proceso. Zack sabía que ella estaba en problemas, pero también que difícilmente aceptaría su propuesta. La vio entrar por la puerta con total tranquilidad. -Cásate conmigo. Esa es la única opción que tienes para salir de este problema. -Eres tan descarado... ¿Cómo puedes pedirme que me case contigo sabiendo que tienes una prometida? -Tú me conoces y sabes que no amo a mi novia. Ella es consciente de la realidad. Respondió el chico con tranquilidad. Así era Zack Vryzas, un hombre frío, sin sentimientos. Pero, a pesar de su fachada de chico malo, solo existía una mujer capaz de hacerlo sentir miles de cosas con tan solo una mirada. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia, cargada de amor, drama, humor y suspenso. ¡Gracias de antemano por leer mis libros! No olviden dejar sus comentarios, para mí es muy importante conocer sus opiniones.
Claire se despertó en el hospital con un dolor inmenso después de sufrir un terrible accidente automovilístico. Pensó que su esposo, casado hace tres años, vendría a verla, ¡pero se fue derecho a la sala de al lado para cuidar a otra mujer! Como si eso no fuera suficiente, ¡incluso amenazó con meterla en la cárcel por esa mujer! "Me diste 500 millones en compensación, ¿no? Ahora quiero cambiarlos por una bofetada en la cara". Claire miró fríamente a su esposo, Darren, "Divorciémonos". En ese momento, Claire lamentó haber desperdiciado tres preciosos años tratando de ganar el corazón de Darren. Era hora de poner fin a todo esto.